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sábado, 1 de octubre de 2016

En la Luna de la noche oscura...

En la oscuridad de la noche no siento dolor alguno,
no me desespero por las preocupaciones de la vida,
solo pienso que pronto amanecerá y
que ese momento mágico y sin explicación que siento
al oír el cantar de los pájaros que no se van a dormir
se desvanece de modo que no puedo tan siquiera apreciarlo... 

Me gusta pensar que soy la Luna y que soy quien
da la vida a la noche en la oscura plenitud, 
quien, cuando las parejas caminan de noche 
y ven la Luna llena con su máximo explendor,
son felices...

Tal ves me siento así porque me gusta  ver que 
las personas que me rodean sean felices,
tal vez no como yo lo soy habitualmente,
pero si como yo cuando escribo esto
en una bella y singular noche oscura.

La Luna cuando cae en la noche con un chispeante cielo
mi corazón se acelera y da lugar a mi felicidad,
con esa felicidad no me dan ganas de dormir,
sino que de escribir sobre su eterna belleza.

Cuando me doy cuenta de que pronto amanecerá,
escribo con más deceo de que le guste a la noche,
mis poesías que tratan sobre la noche
generalmente mueren con ella y
no conmigo, pues en algún momento llegará el día y 
con su luz las quemará y nadie las verá, aparte de la 
Luna de la noche oscura...